La cultura de la cancelación es un nuevo fenómeno virtual que busca denunciar violencias y hacer justicia con la presión social para que no queden impunes.

Leer más: ¿Qué es la cultura de la cancelación?

¿Alguna vez has investigado en internet sobre tu cantante, actor o influencer favorito y te encontraste con que está “cancelado”? Te has preguntado: ¿cancelado de dónde o cómo? 

Cuando alguien está cancelado, se refiere a que esa persona fue señalada por cometer acciones negativas o injustas y, por ello, los demás han decidido dejar de mostrarle su apoyo. Ya sea desde dejar de seguir a esa persona en redes sociales, hasta despedirlo de su trabajo. 

La cultura de la cancelación implica denunciar a alguien de manera pública en redes sociales, no necesariamente por vías legales, si no con el objetivo de que más víctimas hablen y prevenir futuras agresiones. De esta forma, estos casos mediáticos se han convertido en un fenómeno cultural.

En el siguiente post podrás aprender dónde se originó este término, reflexionar por qué lo usamos y conocer ejemplos de personajes famosos. ¿Estás listo? Sigue leyendo. 

¿De dónde se originó la cultura de la cancelación?

Tal vez pienses que cancelar a las personas es algo de la “generación de cristal”, pero la realidad es que se han cancelado personas desde hace muchos años antes del invento del internet. 

¿Acaso no te acuerdas de las portadas de las revistas o programas de televisión sobre los chismes de la farándula? Antes del internet, los medios de comunicación tenían una fuerte influencia en la opinión de las audiencias sobre personajes públicos, hasta llevarlos a su cancelación.

Sin embargo, en ese entonces la replica no era inmediata y los lectores o televidentes no podían participar activamente con su opinión. Las redes sociales llegaron a cambiarlo todo, pues no solo se democratizó la información, ahora el público tiene el poder de contar sus propias experiencias.  

El concepto de “cancelación” tiene su origen en X, no se conoce con exactitud qué caso o quién fue el primero en adoptarlo, pero hay registros de esté término desde el 2015. 

Tal vez te preguntarás si no es más sencillo y justo llevar esas denuncias ante un juzgado, precisamente la cultura de la cancelación recae en la necesidad de buscar algún tipo de justicia que el sistema judicial no alcanza a dar. 

Ahora que conoces el origen de la cultura de la cancelación, te hablaremos tanto de la necesidad como de las consecuencias de cancelar a alguien. Si quieres saber qué hacer en una crisis de tu empresa, léelo aquí. Continúa en este post. 

¿De verdad sirve cancelar a alguien?

Bueno, te cancelan, pierdes un par de seguidores, las personas ya no te consumen por un rato, ¿pero y luego qué? ¿En realidad hace algún cambio que las personas se enojen en redes sociales? 

Como lo mencionamos anteriormente, la cancelación busca hacer justicia ante casos que los juzgados no alcanzan a darla. Ya sea porque el proceso burocrático de denuncia es tardado y en su mayoría abandonado, o porque las leyes son insuficientes para castigar ciertas actitudes de discriminación.

The New York Times entrevistó a varios adolescentes estadounidenses para saber cómo se sentían con la cultura de la cancelación. La mayoría opinó que hay razones justas para cancelar a alguien, como violencia o abuso sexual, sin embargo, también comentaron que es una práctica tóxica y que no suele tener consecuencias en la vida real. 

Si bien los ejemplos mediáticos de cancelaciones son con personajes públicos, en internet también se cancelan a compañeros de clase, profesores, personal de trabajo, etc. Dentro de los círculos locales también se exponen este tipo de denuncias a manera de justicia. 

Cuando se cancela a alguien, puede ser tanto por acciones que cometió ayer como por las que hizo hace diez años. No solo se exige una respuesta o compensación del acusado, también las personas allegadas a él o la cancelada se les pide una postura, pues pueden ser señalados de encubridores. 

La cultura de la cancelación implica aislar a esa persona acusada, ante la presión social esta puede perder amistades, proyectos, ganancias y trabajo. Incluso si acepta sus errores, pide disculpas y trata de compensarlo, en la mayoría de las veces cancelar a alguien no incluye su redención.

Es un arma de doble filo, puede que las víctimas consigan justicia gracias a la presión social, como el caso del ex productor de cine y abusador sexual Harvey Weinstein. Del mismo modo, se pueden crear difamaciones y fake newsque afecten de por vida la reputación de una persona.

No solo las personas pueden ser canceladas, también las empresas, como el caso de la cadena de restaurantes Sonora Grill. ¿Quieres conocer más ejemplos? Sigue en este post. 

Ejemplos de cancelaciones en redes sociales:

Si aún no te ha quedado claro qué es la cultura de la cancelación, tal vez estos casos podrían ponértelo más claro, pero tranquilo, no verás tu nombre por aquí… O eso esperamos…

• Bad Bunny: El artista musical puertorriqueño pasó de ser de los personajes más queridos e influyentes a despertar el descontento de sus fans. 

Todo lo desató un mensaje que el conejo malo mandó a su grupo de difusión de Whatsapp, donde mostró su descontentó e insultó a sus seguidores por la popularidad que ganó una canción hecha con Inteligencia Artificial que imitaba su voz. 

Varios de sus fans se sintieron decepcionados y ofendidos por la actitud de Benito, pues consideran que desde que triunfó en el público estadounidense ha perdido su esencia.

• Plácido Domingo: En agosto del 2019, el cantante y director de ópera fue acusado por al menos 20 mujeres por usar su posición de poder para acosar y abusar sexualmente de ellas. 

En octubre del mismo año, Domingo dimitió como director de ópera de Los Ángeles tras la presión de las acusaciones bajo el movimiento #MeToo. Si bien aceptaría haber acosado de sus compañeras de trabajo, tiempo después se retractaría.

Actualmente, el director de ópera cambió su residencia a Madrid, España, y a pesar de su cancelación, continúa con su carrera artística en Europa.

• Lizzo: La cantante estadounidense Melissa Viviane Jefferson fue acusada y demandada por tres bailarinas que trabajaron con ella en sus tours, las razones: acoso sexual, religioso, laboral y bullying.

Esta noticia del agosto del 2023 tomó a sus seguidores por sorpresa, ya que la música de Lizzo se caracteriza por mensajes de amor propio y la defensa de los derechos de las mujeres.

A pesar de negar las acusaciones, la artista perdió 210 mil seguidores en Instagram, además los defensores de las bailarinas invitaron a los demás a ya no escuchar su música, ni comprar ropa de la marca de la cantante. 

• YosStop: La youtuber mexicana había generado polémica con los videos que subía a internet, donde sus seguidores le mandaban videos de peleas y ella los comentaba a manera de burla. 

El video que hizo explotar esta polémica fue uno donde una menor de edad fue abusada sexualmente en estado de ebriedad. Yoseline revictimizó a la chica, además de describir y burlarse del video.

La víctima denunció a la influencer por posesión y distribución de pornografía infantil, esto llevo a Yoseline a prisión por cinco meses hasta llegar a un acuerdo legal donde se declaró culpable. 

Actualmente la youtuber aún sube videos a la plataforma y contenido a sus redes sociales, pero ha perdido seguidores y tiene dificultad para monetizar su contenido, pues las marcas ya no quieren relacionarse con su imagen. 

Otro personaje famoso envuelto en polémica fue Kanye West, puedes conocer más en nuestro blog. Ya casi terminamos, sigue leyendo. 

Cultura de la cancelación: Un fenómeno social 

Como te podrás dar cuenta, la cancelación no solo implica perder seguidores, puede marcar la reputación de alguien para toda la vida e incluso aplicarle medidas legales.

Mientras el sistema de detención y juicio sean insuficientes, las personas buscarán justicia por sus propias manos.  A pesar de que la cancelación puede hacer presión y acelerar las sentencias en injusticias y prevenir que la violencia continúe, también se puede convertir en una caza de brujas. 

Cancelar a alguien o no, seguirlo en redes y consumir su contenido y productos es una decisión personal. Es importante mantenerse informado, valorar y tener un pensamiento crítico, y no solo dejarse llevar por el enojo colectivo. 

Además, recordemos que lo más importante es conseguir una sentencia y una compensación a las víctimas, sea la cual estas decidan. La redención y aprendizaje es posible, debemos aprender a identificar y señalar violencias, pero también a sanarlas. 

Esto es todo por el post de hoy. Si quieres más información de valor, recuerda seguirnos en todas nuestras redes socialescomo @agenciadigitalzc, ¡Nos leemos!