Sentirte y verte más viejo de lo que eres, más cansado, que los días pasan más rápido y sin tanto sentido… no solo está en ti, sino en la mayoría de las personas.
Sacnicte Bastida
Tengo la fortuna de venir de una familia en la que físicamente tenemos longevidad. Mi abuelo materno era maya, cuando llegó a los 80 años solo tenía un mechón de canas en la frente y falleció a la edad de casi 99 años con muy pocas arrugas en el rostro.
Sin embargo, como ya lo había escrito en este post, comencé a notar hace unos meses que tenía más líneas de expresión de lo normal y, por momentos, a sentir que el tiempo me “pesaba”.
El encierro por el coronavirus; la pérdida de la normalidad; miedo a contagiarse por Covid, aún con todos los cuidados; temor a perder un ser querido o a un futuro más incierto, en consecuencia, afectan nuestra salud física y emocional.
Entonces, me ocupé por encontrar, no solo más información al respecto, sino a localizar las posibles soluciones.
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Científicamente comprobado
Chris Danforth y Peter Dodds, científicos computacionales y matemáticos del Laboratorio de Historia Computacional de la Universidad de Vermont, inventaron el hedonómetro, un programa que mide la elección de palabras en millones de tuits en todo el mundo.
El hedonómetro tiene la finalidad de conocer los cambios de bienestar en la humanidad y, de acuerdo con The New York Times, se registró el 31 de mayo del 2020 como el día más triste en los últimos 13 años, y la mayoría de las frases usadas tenían que ver con la pandemia.
En efecto, está científicamente comprobado que estos sentimientos están en la colectividad por el coronavirus en el mundo.
Al principio, puede ser difícil darte cuenta de que tu mente y tu cuerpo tienen esa carencia física y emocional, que antes era muy fácil de recuperar con acciones de la normalidad.
Reunirse con la familia o con los amigos, salir a cenar, asistir a un estreno cinematográfico o una exposición de arte, ir de compras, ver a los compañeros de trabajo, por ejemplo, son rutinas que se perdieron y que, aunque lo creas, existe un duelo que todos estamos viviendo.
El regreso de la longevidad
¿Cómo recuperar la longevidad física y emocional? Lo más importante es hacerlo consciente y externarlo para buscar ayuda profesional o si te es posible lograrlo tú solo, con objetivos puntuales.
Asimismo, si conoces a una persona que pasa por esta etapa, es importante saber cómo ayudarlo a que la supere.
Una opción es fomentar pequeños cambios que nos conduzcan a sencillas metas de vida; en consecuencia, nos llevarán a lograr transiciones físicas y emocionales de manera exitosa.
Posteriormente, fijar propósitos a mediano plazo, sin frustrarse o dejarse vencer por no alcanzarlos en la fecha indicada, así como celebrar si se logran, puede ser una siguiente etapa.
Sin duda, la pandemia nos enseñó a ser resilientes ante tantos cambios. También a poner más atención a nuestros sentimientos, y buscar nuevas formas para no ser más fuertes, sino más valientes.
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