Contenidos
La necesidad de compartir lo que sentimos y pensamos ha estado presente durante toda nuestra existencia, y por lo tanto, es un derecho universal que debe ser respetado.
Por Ana Rechy
Cuando pensamos en libertad, automáticamente nuestra mente nos refiere a hacer lo que nos venga en gana. El diccionario de la lengua española la define como la “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”.
En lo que a libertad de expresión se refiere la limitante es similar: la responsabilidad. Hacernos cargo de los pensamientos que liberamos es el primer paso para ejercer este derecho universal.
Creemos que dicho derecho es exclusivo de la prensa, pero las redes sociales han revolucionado dicho pensamiento y dirigieron los reflectores a nuevos lugares. La libertad de expresión la ejercemos, ahora, detrás de un teclado QWERTY y un nombre de usuario.
Por lo anterior, es mucho más fácil escribir lo que pensamos y también, más sencillo olvidarnos de la responsabilidad que cargamos haciéndolo. Entrar a una red social, en consecuencia, significa también pisar terrenos fangosos que nos envuelven en debates que terminan en una cuenta bloqueada.
Te compartimos algunos consejos para hacer más sana la convivencia virtual y así, evitar enfrentamientos que perturben tu experiencia digital:
Nada es personal
En redes sociales la tendencia es generalizar. Esto, como consecuencia, genera estereotipos que pueden encasillar las características de ciertos sectores. Asumir algo como un ataque dirigido es un grave error, así que, como en la vida real, es mejor no asumir.
Busca contexto
Si solo lees un poco, entonces, te quedas con una idea no muy clara de lo que está sucediendo. Investiga y conoce más del tema del que estás a punto de comentar y, ahora bien, no olvides que todos podemos pensar diferente y en realidad, reflejamos una vaga imagen de lo que somos, a través de las redes sociales.
Si la libertad se toma con exceso, hay opciones
Hay muchos usuarios que abusan del anonimato o de la protección que estar detrás de una pantalla brinda. En caso de que notes que su ejercicio de la libertad de expresión ya perturba el de los demás, no duces en tomar acciones.
Puedes desde bloquear la cuenta, hasta denunciarla por acciones que irrumpen las normas de convivencia. Puedes encontrar las normas de Facebook aquí
Respira antes de responder
Es muy sencillo engancharse con los malos comentarios, pero la realidad es que puedes estar a punto de comenzar un debate irrelevante y sin fin. Por lo anterior, evalúa bien si vale la pena dedicarle tu energía a la situación y primero, toma un poco de aire para pensar la respuesta.
Si por el encierro ya no te aguantas, lee este post para saber cómo cuidar de tu salud mental.
Recuerda que no es el mundo real
Como en todo, enfócate en el aquí y en el ahora. Vive tu entorno, disfruta tu presente y piensa, si la computadora o el celular se apagan, ¿esa situación te seguirá molestando? En la mayoría de los casos, la respuesta será un rotundo no.
En las redes sociales personales no hay que tomarnos todo tan en serio. En el caso de las de tu empresa, nosotros nos encargamos de hacerlo y ahí somos todos unos profesionales.
Conoce qué podemos hacer por tu comunicación digital.
Visita nuestro sitio